Una nueva preocupación surge con respecto a la seguridad e integridad de las trabajadoras. Durante el confinamiento preventivo algunas trabajadoras se han visto más expuestas a la violencia. Algunas trabajadoras del transporte han sido amenazadas por pedir el uso de marcarilla; el acoso sexual en línea por parte de compañeros de trabajo o mujeres obligadas a permanecer en su hogar con quienes las maltratan, son algunos de los nuevos peligros que afrontan las salvadoreñas.