Según datos del ISSS, de febrero a mayo ha caído el número de cotizantes en un -8.38 %, llegando a niveles del año 2014. Se proyecta que la pérdida de empleos formales irá en aumento, en la medida que la actividad económica continúe paralizada o parcialmente paralizada y aunque se llegue a una reapertura, no existe manera de que esa “nueva normalidad” garantice una recuperación económica.